lunes, 15 de junio de 2009

Una década de arte alternativo e independiente



Teatro de la Higuera

A diez años de la inauguración de este espacio del arte y la creación sin censuras, y sin mas prolegómenos ni intríngulis diversos, bienvenidos a La Higuera, donde la imaginación sí está al poder.

Por Nicolás Llanquihuen

Antes de hablar con Ivan Pavletich, fundador del Teatro de La Higuera, ya teníamos el título de tapa. Pensábamos algo así como “La Higuera: diez años de teatro under en la Comarca”. Pero no le convenció, no le gustó el término “under”, prefirió la denominación “alternativo” o “independiente”.
Dentro del marco cultural, este término sería algo así como “debajo de” la cultura oficial, esa que se subsidia (o simplemente se dispone el espacio) desde el estado. En eso tienen razón. No están debajo, sino enfrente, o enfrentados.
Decidimos hacerle caso, y nos resignamos al título finalmente utilizado. Pero en todo caso, defendiendo una postura (o de porfiados nomás) insistimos con denominarlos como el “under” de esta zona. Por ser exponentes de una cultura que no se sube a los estamentos oficiales, que no se cuelga sobre los cordeles de la obra por encargo, o no asoma -ni tras bambalinas- en la escena teatral elegida por la burocracia de turno, a cargo de las áreas de cultura.
- ¿La Higuera representa al teatro “under” en esta zona?
- No se si under, sino que tiene mas que ver con la idea de teatro independiente, con la idea general de decir “se produce y se hace lo que uno quiere y siente”. No tiene ningún ligamento con una institución ni nada, cualquier artista puede decir lo que quiere y siente. Eso tiene más que ver con el teatro alternativo, independiente.
- ¿Qué referentes tienen en el modo de hacer teatro?
- En lo particular, cuando empecé a hacer teatro leí a Stanislavski (Konstantín Sergéyevich 1863 – 1938) que era un director, escritor y actor ruso. Después fui viendo a otros autores, pero fundamentalmente me gustó mucho la idea que él tenía de jugar con la memoria emotiva, y luego con la memoria en lo físico, con el trabajo en el cuerpo. Pero de ahí cada uno va viendo donde tomar referencias. Yo, por ejemplo, tomé clases con Hugo Aristimuño, con Martín Sanchez, gente de Viedma que tiene otra visión y otra forma de trabajar, y te vas curtiendo de todo. Si te cerrás a una receta o a una escuela, no sirve. En el teatro permanentemente hay que estar nutriéndose porque las cosas van cambiando, y si uno no está automáticamente experimentando con nuevas referencias, te vas quedando afuera de los nuevos códigos que se van generando.
- ¿Manejan algún concepto en la línea teatral, o bien tienen personajes recurrentes a la hora de encarar una nueva obra?
- En mi caso intento que cada historia tenga su personaje, y que el personaje vaya acompañando la historia, que no quede en un segundo plano y que el personaje aparezca como mas importante. Es una cuestión compleja de resolver, pero se puede hacer eso de mantener el equilibrio, que se pueda apreciar tanto el personaje como la historia.
Durante la conversación, se habló del lenguaje artístico que encierra el absurdo, lo bizarro. Si bien por un lado Pavletich se remitió a explicar, a su entender, qué era el absurdo, de improviso nos adelantó una futura obra de teatro, donde primarán justamente estos lenguajes.
Dijo Pavletich, “lo último que estuve leyendo y que tengo ganas de llevar adelante es un proyecto de la obra de un escritor venezolano que se llama “La farra” (Rodolfo Santana), y que trata de tres personajes: un cura, un político y un militar. Este trabajo describe, a través del absurdo, la realidad de una forma increíble. Es impresionante esa obra, y sumamente absurda, donde estos tres personajes matan a sus mujeres en función de llevar adelante un proceso dictatorial”.
- ¿Se hace política con el teatro?
- Si, siempre. Desde una u otra forma, siempre hay algo que estas diciendo durante una obra donde manifestás lo que te pasa, con respecto a la realidad actual.
- El hecho de no estar corriendo detrás de un subsidio del estado o pidiéndoles algo, ya es una manifestación…
- Si, totalmente. Hacer las cosas a pulmón durante diez años, cuesta mucho mas.
- ¿Y eso no es ser “under”?
- El término “under” no lo comprendo. Sí lo de “alternativo”, ya que planteamos una alternativa a aquellos lugares que pertenecen o son solventados por el estado. El término under no lo entiendo, me suena a ser diferente a algo, y yo no soy diferente a nadie, trabajo como mecánico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario