martes, 16 de junio de 2009

Perseo Nº 2





























Perseo Nº 1





























Perseo Nº 0





























El karma de vivir al sur

Entrevista a Juan Marchesi - Por Américo Cañulaf y Nicolás Llanquihuen

Background

Casi mediodía del sábado, llegamos a su casa de calle Humble, tal como lo habíamos acordado días atrás. Golpeamos la puerta y enseguida vimos la cara de Juan del otro lado del vidrio.

Nos recibió, nos invitó a pasar con la amabilidad que lo caracteriza y enseguida nomás comenzó a hablar con gran pasión de su obra, mientras nos mostraba unos dibujos para proyectar, en los que está trabajado desde hace algún tiempo.

Primero nos ofreció sentarnos, aunque él permanecía siempre de pie, y por momentos parecía preocupado por encontrar la pintura acorde a lo que nos iba contando. Caminaba de un lado al otro, recorriendo todo el living que utiliza como su taller. Allí hay una mesa larga, con libros, folletos, dibujos y pinturas.

Con unos suaves sonidos de una música hindú que sonaba en una computadora portátil -"que apenas estoy aprendiendo a usar" dijo- empezamos a conocer al "espión de Marchesi".


Humano, demasiado humano. Y pensar que imaginó a los espiones como seres venidos de otro mundo, extraterrestres. El artista plástico Juan Marchesi nos revela a la humanidad desde la observación de estos pequeños personajes que aparecen conceptualmente en sus pinturas, que tienen mirada esquiva, con las manos desnudas. Pero sin voz, porque los espiones (o mirones) son los centinelas de las puertas que Marchesi nos abre para espiar sin connotaciones lo que ocurre en las utopías que el artista pinceló desde su visión onírica de la realidad, tan humana al fin.

- ¿Cuándo salió el personaje?

- Fue toda una historia, medio extraña. De chico, cuando estudiaba en la Escuela de Bellas Artes hinchaba las pelotas dibujando con una tiza a un personaje. Después lo descubro en Bariloche. Yo estuve exiliado allá porque no podía irme a Europa o Venezuela, y tenía amigos en el sur.
Un día estaba pintando (seguía con mi tarea de artista, de pintor y dibujante) y estaba haciendo una pintura que quería mandar a un salón, en esa época triste que no tenía plata. Era un salón importante, entonces agarré unos pedazos de madera, una tela, y armé como una composición que a mi me gusta mucho, y que todavía lo sigo haciendo como si fuera una historieta, con distintos pedazos de tela. Pero en ese momento no salía nada, así que agarré la tabla que tenía y con bronca le pegué una patada. La tiré a la mierda y cae sobre la pintura un retrato de un tipo que se aparece, y ahí se me ocurrió la idea: "uh el espión". Ahí lo copié, incluso la misma cara y lo empecé a hacer. Todavía la tengo a esa pintura.
La guerra que no fue entre las dictaduras de Argentina y Chile por el Canal de Beagle fue el contexto en el cual el artista ideó a su personaje. Durante su estancia en la zona Andina de esta provincia, Marchesi tuvo contacto con ese lado oscuro del ser humano, según él mismo define recordando a ese viejo disco de Pink Floyd con el prisma en la tapa, y la descomposición de los colores puros, tal vez una influencia de lo que el mismo propone a través de su obra pictórica.
"En ese momento, que era muy particular, me enganché mucho con la idea de mirar el cielo y observar. Fue una época muy particular, yo viví cosas muy interesantes como la guerra que casi se arma con Chile, en un tiempo que fue realmente bravo y que en Bariloche se sintió más que en otro lugar por la cercanía".

- ¿Y qué representa en este contexto la presencia del espión?

- El espión era como un personaje, como un ser. En esa época yo escuchaba mucho Pink Floyd, Yes, Génesis, y que tenía mucho que ver con la cosa extraterrestre, con el espacio. ¿Te acordás del disco ese que tiene la pirámide? Y ahí empezó a aparecer ese personaje que venía del espacio infinito, que no conocía la Tierra y empezaba a descubrirla, y lo que veía lo mostraba. Entonces siempre en algún paisaje aparecía de pronto este personaje. Ahí fue quedando y hasta el día de hoy lo sigo usando.
A partir de ahí yo me voy enterando de cosas. Un día, en una exposición en Bariloche con estos espiones, me va a ver un matrimonio de ingleses, y me explican que durante la Segunda Guerra Mundial había un personaje que comenzaba con una línea y luego él mismo se asomaba así, y que usaba mucho la gente con una leyenda al lado donde pedía por el paradero de algún soldado, como un símbolo de búsqueda. Después me contaron que los aviadores de los aliados, cada vez que tenía una victoria contra los alemanes, veían a este personaje que se aparecía entre las nubes, y que se mantuvo como una leyenda popular. Así que reforzó un poco la cosa que yo tenía con respecto a lo que era ese personaje.

- ¿Hoy a qué, o a quién, representa?

- Hoy, sacando toda la cosa mágica y romántica que pueda tener, yo creo que es la mirada. Es el ver, el ver la profundidad, el ver de otra manera, la apertura de la conciencia. Otra cosa es que el espión siempre aparece al lado de alguna puerta, de alguna ventana. Siempre como una salida, como un mundo mejor. Yo, utópicamente, pienso que de toda esta crisis vamos a salir, a otro mundo mejor. Leyendo a un filósofo oriental que se llama Osho, el tipo habla del "ser que observa", que tenemos todos adentro, que conoce hasta nuestros sueños, y que somos nosotros mismos. El espión tiene un poco de eso también.


...básico

Pintor, dibujante, ilustrador y docente, nacido el 19 de julio de 1943 en Buenos Aires, aunque desde 1975 se radicó en la Patagonia. Actualmente vive en Viedma junto a su familia.
En el año 1965 egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, y dos años después, de la Escuela Superior de Bellas Artes Prilidano Pueyrredon. En 1971 finalizó los estudios de Escenografía y recibió una beca del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, realizada en la RAI.
En 1970, recibió una Mención Especial en la sección pintura, XV Salón de otoño de San Fernando, y en 1978, el premio adquisición Fondo Nacional de las Artes, en el IX Salón Anual de Artes Plásticas de El Bolsón (RN), Mención Especial Salón Sur de Artes Plásticas de San Carlos de Bariloche.

lunes, 15 de junio de 2009

Como Jehtro Tull “zappando” un Carnavalito norteño


Entrevista a Zona de Ensamble - Por Nicolás Llanquihuen

Algunas influencias aparecen cuando suena Zona de Ensamble. Desde el Luis Alberto Spinetta de Invisible, hasta alguna que otra “suite” rockera de Jehtro Tull y Fran Zappa (si bien ellos mismos se definen musicalmente, no está de más arriesgar alguna comparación más).
Lo cierto es que esta agrupación se nutre de ricos componentes musicales estilizados con la improvisación jazzera, y hasta se permiten una interesante fusión Carnavalito-rock que los acerca por un rato a los ritmos de nuestro Cono Sur, reforzado con la utilización de instrumentos de viento originarios.
La banda se compone por Roberto Tarifeño en batería, Rodrigo Salinas en bajo y Damián Lagos en guitarra y voz.

- ¿En qué consiste el repertorio de la banda?

Lagos: Tenemos unas diez canciones nuestras y después vamos alternando con una serie de temas de otros autores, como la banda de Chile “Los Tres”, que cuentan con un guitarrista muy particular que trabaja con el swing, con el jazz. A nosotros nos gusta porque nos conocimos tocando en una banda de jazz, donde hacíamos standars y se llamaba “Ensamble”, donde también tocaba un saxofonista. Después de la separación, los que quedamos seguimos llamándonos así hasta que finalmente quedó “Zona de ensamble”.

- ¿Cuáles son los estilos musicales que predominan en el sonido de la banda?

Lagos: El funk, y siempre –por una búsqueda armónica- tenemos un sonido más similar al jazz, de trabajar con acordes disonantes, con cortes, para darle matices a la música de la banda. Que tengan momentos que suben y bajan, tratar de lograr eso (que a veces es difícil) en las interpretaciones en vivo, y llegar a los climas, que también hacen a la música.

- En cuanto a las letras, ¿quiénes escriben y a qué le escriben?

Lagos: Las escribo yo. Las letras hablan sobre historias de personajes que inventamos. En una canción contamos tres historias que se dividen por estrofa, y que están relacionadas con lo mismo: el exceso. La idea es hacer un proyecto que sea tan nuestro, que nos involucre tanto, que al final sea inconfundible.
Tarifeño: El hecho de resumir en algo nuevo que nos sale funk o nos sale jazz, es una forma de distorsionar la música que la gente generalmente escucha. Entonces, en el hecho de ir a esas búsquedas ya estamos planteando un resumen de las ideas que mencionó Damián. La idea es siempre buscar las diferencias con lo que se toca habitualmente.
Lagos: Buscar esos espacios que no están llenos, de preguntarse “¿y por acá que se está haciendo?”

- Buscar una apertura…

Lagos: Claro, porque hay mucha gente, muchos músicos, que comparten esa idea y de alguna manera está bueno porque va generando que se meta la gente, que se anime. Sobre todo los pibes.
- ¿En cuanto a proyectos…?

Lagos: Por el momento está la idea de grabar un demo “decente”, con un sonido más limpio. Tenemos grabaciones caseras de ensayos, como para tener una idea de lo que estamos haciendo y como está sonando, para después trabajarlo.

- Hablando de trabajos, ¿a qué se dedican, además de Zona Ensamble?

Tarifeño: Yo soy profesor de Historia, trabajo en un museo y además soy investigador.
Salinas: Yo soy acompañante de terapeuta. Trabajo con pacientes terminales, enfermos y discapacitados. Además estudio en la Escuela de Arte.
Lagos: Yo trabajo de lo que venga (risas). Actualmente trabajo como corrector, soy docente y estoy terminando la carrera de Lengua, coordino un taller literario en La Higuera, y además me dedico a escribir.

Actores y desarrollo social


Por Américo Cañulaf

El 3 de abril pasado se presentó el libro “Viedma: La construcción de un proyecto colectivo. Actores y desarrollo social”, elaborado por un equipo de investigación del Centro Universitario Regional Zona Atlántica (CURZA), de la Universidad Nacional del Comahue, constituido por docentes y egresados de la carrera de Ciencia Política, dirigido por el Licenciado en Sociología, Osvaldo Alonso.
Según detalló Alonso, la publicación avanza sobre “el tema del desarrollo local, en particular de la idea de que el desarrollo está directamente vinculado con la calidad de los actores; los organismos, las organizaciones, el gobierno, los empresarios, y que la posibilidad de tener un proyecto de futuro, colectivo, está estrechamente relacionado con lo que se hace, con el modo de actuar”.
En este sentido, explicó que “la investigación intentaba ver cuales son los principales actores a nivel local, qué piensan acerca del desarrollo de la ciudad, qué tipo de relaciones se generaban entre ellos”.
Para esto, desde la elaboración de la hipótesis investigativa en el año 2002, se comenzó con la realización de una importante cantidad de entrevistas a funcionarios provinciales y municipales, “fundamentalmente aquellos que están vinculados con los aspectos productivos, empresarios y organizaciones sociales de Viedma”.
Durante el desarrollo, señaló Alonso, “dividimos, lo que denominamos el sistema de actores local en tres subsistemas. El político administrativo (Estado), el empresarial y el socio cultural (organizaciones sociales)”. Mientras, añadió que “también nos planteamos, al iniciar la investigación, reflexionar sobre el concepto de desarrollo. Porque por lo general se lo interpreta como el crecimiento económico, pero nosotros cuestionamos esta idea, apoyándonos en autores que han tratado el tema, que el desarrollo es mucho más que el crecimiento económico”.
El docente del CURZA, manifestó que “la conclusión a la que se arriba es que en Viedma no hay un genuino sistema de actores. Hay actores, pero no hay un sistema, porque eso supone interacción”. Al respecto, explicó que “los principales actores son el Estado, los empresarios, pero no constituyen un sistema, sino un modo de relación jerárquico y piramidal, donde está el Estado en un extremo y los empresarios abajo, pero ahí nomás, y el resto de los actores no constituyen una trama”.
Estos últimos, “terminan todos tratando de relacionarse con el Estado para tratar de conseguir recursos, lo que impide que se constituya una capacidad de acción local que pueda poner en marcha un proyecto colectivo. Todo queda dependiendo del Estado y en particular de los funcionarios, que bloquean la posibilidad de desarrollo”.
El proyecto de investigación, denominado “Sociedad y desarrollo, el sistema de los actores y del desarrollo local” del cual surgió la publicación, tuvo como autores a Jesús Andrés, Fernando Ciarlo, Carmen Coniglio, Eduardo Figueroa, Marta Gerarduzzi, Claudio Mennecozzi, Daniela Miranda, Magda Reyes y María Julia Spigariol.

Llegar a casa…


Por Rosa Valsecchi *

Cada vez que entro al TEATRO DE LA HIGUERA, tengo la sensación de “LLEGAR A CASA”…
“Llegar a casa”:
Después de un largo día de trabajo…
Después de haberme esforzado para conseguir muchas cosas…
Después de agotar instancias, golpear puertas, solucionar problemas, discutir, acordar, disentir, gritar, abrazar, escuchar, entender, decidir, sostener, elegir, contractuar , amar… y todo ese montón de cosas que uno anda haciendo por la vida mientras vive.
“Llegar a casa”, con la certeza de que el lugar me está esperando… cálido, limpio, atento a mis necesidades.
“Llegar a casa”, un lugar confiable, seguro, lindo, sostenedor, como un nido tibio donde no hace falta más que entrar y acurrucarse…
“Llegar a casa”, con la alegría de saber que ESE ES EL LUGAR DONDE QUIERO ESTAR, porque ahí puedo ser yo, puedo ser todas las YO que no me permito ser en ningún otro lado.
“Llegar a casa”, un rincón en el mundo habitado de proyectos, miedos, sueños, risas, mates compartidos, llantos, charlas sobre la vida y sus vaivenes…
“Llegar a casa”, una casa habitada por almas que intentan e intentan, hasta nunca acabar los intentos…


* Actriz, docente, terapeuta. Oriunda de Carmen de Patagones. Participó en importantes películas del cine nacional como "Historias mínimas" y "El perro”, y la famosa serie televisiva “Hermanos y detectives”, que emitió TELEFÉ. Actualmente coordina el taller de teatro para adultos en el Teatro de la Higuera. Estrenó dirección con la obra "Entre Nos".

Exquisitos instantes en un nuevo lugar para el arte


Por Américo Eduardo Cañulaf

Casi de manera fortuita y para el deleite de quienes recorrieron la exposición, la artista Eugenia Alonso inauguró, con una exquisita exposición de fotografías, un nuevo espacio para la cultura en el local Rayuela Libros de Viedma.
La fotógrafa tenía la muestra preparada, luego de su participación en la segunda jornada del Germinador Cine Social Club, y esto coincidió con la predisposición de Julio de otorgar aun más espacio para la cultura dentro de su local de Moreno 527.
“El espacio está disponible, como virgen, esperando que se produzca algo más allá de la venta de los libros”, indicó Julio, durante la noche de apertura de la muestra, mientras terminaba de acomodar algunos fiambres y vinos, preparados para recibir a los invitados.
Al respecto, explicó que “en realidad el lugar está, entonces como es un espacio destinado a la venta de libros, pensamos que podría destinarse parte del espacio a otras cosas o a otra cuestión relacionada con la cultura en general”.
En este caso la exposición fotográfica de Eugenia, una muestra que “la había armado para el evento del Germinador, así que había seleccionado las fotos y armado esta serie en blanco y negro para ese momento”, explicó la artista.
Como ya la tenía preparada, “y Julio tenía pensado abrir el espacio para exposición, para que sea un lugar nuevo a disposición de la gente que está laburando acá en la Comarca, me propusieron inaugurar el espacio con la muestra de fotos”.
Eugenia explicó que la exposición “no tiene ninguna temática en particular, sino que es una selección de fotos de distintas épocas. Hay algunas que son analógicas, otras digitales, algunas que son montajes preparados y otras que son espontáneas. Además son tomas diversas, de distintos lugares, algunas de la Comarca y otras de otro lado”.
La particularidad es que se trata de una selección de fotos en blanco y negro, “como una síntesis del trabajo que vengo haciendo desde que empecé hasta ahora. La más vieja es del año 2000 más o menos. Esas son analógicas, sacadas con una reflex común y lo que hice fue escanearlas y las amplié ahora para que queden todas con la misma tonalidad”.
La muestra permanece abierta hasta el 10 de junio, inaugurando el espacio de Moreno 527 para que más adelante sea utilizado por otros artistas. “Tal vez para obras pictóricas o esculturas, aunque también estamos pensando para más adelante algún evento para niños. Hay muchas cosas que podrían acomodarse a este espacio”, señaló Julio.
Al respecto, sostuvo que “todo aquello que pueda acomodarse al espacio y que sea acorde a la pequeña ideología cultural que tenemos, será bienvenida y será proyectada de aquí a la ciudad”.

Una década de arte alternativo e independiente



Teatro de la Higuera

A diez años de la inauguración de este espacio del arte y la creación sin censuras, y sin mas prolegómenos ni intríngulis diversos, bienvenidos a La Higuera, donde la imaginación sí está al poder.

Por Nicolás Llanquihuen

Antes de hablar con Ivan Pavletich, fundador del Teatro de La Higuera, ya teníamos el título de tapa. Pensábamos algo así como “La Higuera: diez años de teatro under en la Comarca”. Pero no le convenció, no le gustó el término “under”, prefirió la denominación “alternativo” o “independiente”.
Dentro del marco cultural, este término sería algo así como “debajo de” la cultura oficial, esa que se subsidia (o simplemente se dispone el espacio) desde el estado. En eso tienen razón. No están debajo, sino enfrente, o enfrentados.
Decidimos hacerle caso, y nos resignamos al título finalmente utilizado. Pero en todo caso, defendiendo una postura (o de porfiados nomás) insistimos con denominarlos como el “under” de esta zona. Por ser exponentes de una cultura que no se sube a los estamentos oficiales, que no se cuelga sobre los cordeles de la obra por encargo, o no asoma -ni tras bambalinas- en la escena teatral elegida por la burocracia de turno, a cargo de las áreas de cultura.
- ¿La Higuera representa al teatro “under” en esta zona?
- No se si under, sino que tiene mas que ver con la idea de teatro independiente, con la idea general de decir “se produce y se hace lo que uno quiere y siente”. No tiene ningún ligamento con una institución ni nada, cualquier artista puede decir lo que quiere y siente. Eso tiene más que ver con el teatro alternativo, independiente.
- ¿Qué referentes tienen en el modo de hacer teatro?
- En lo particular, cuando empecé a hacer teatro leí a Stanislavski (Konstantín Sergéyevich 1863 – 1938) que era un director, escritor y actor ruso. Después fui viendo a otros autores, pero fundamentalmente me gustó mucho la idea que él tenía de jugar con la memoria emotiva, y luego con la memoria en lo físico, con el trabajo en el cuerpo. Pero de ahí cada uno va viendo donde tomar referencias. Yo, por ejemplo, tomé clases con Hugo Aristimuño, con Martín Sanchez, gente de Viedma que tiene otra visión y otra forma de trabajar, y te vas curtiendo de todo. Si te cerrás a una receta o a una escuela, no sirve. En el teatro permanentemente hay que estar nutriéndose porque las cosas van cambiando, y si uno no está automáticamente experimentando con nuevas referencias, te vas quedando afuera de los nuevos códigos que se van generando.
- ¿Manejan algún concepto en la línea teatral, o bien tienen personajes recurrentes a la hora de encarar una nueva obra?
- En mi caso intento que cada historia tenga su personaje, y que el personaje vaya acompañando la historia, que no quede en un segundo plano y que el personaje aparezca como mas importante. Es una cuestión compleja de resolver, pero se puede hacer eso de mantener el equilibrio, que se pueda apreciar tanto el personaje como la historia.
Durante la conversación, se habló del lenguaje artístico que encierra el absurdo, lo bizarro. Si bien por un lado Pavletich se remitió a explicar, a su entender, qué era el absurdo, de improviso nos adelantó una futura obra de teatro, donde primarán justamente estos lenguajes.
Dijo Pavletich, “lo último que estuve leyendo y que tengo ganas de llevar adelante es un proyecto de la obra de un escritor venezolano que se llama “La farra” (Rodolfo Santana), y que trata de tres personajes: un cura, un político y un militar. Este trabajo describe, a través del absurdo, la realidad de una forma increíble. Es impresionante esa obra, y sumamente absurda, donde estos tres personajes matan a sus mujeres en función de llevar adelante un proceso dictatorial”.
- ¿Se hace política con el teatro?
- Si, siempre. Desde una u otra forma, siempre hay algo que estas diciendo durante una obra donde manifestás lo que te pasa, con respecto a la realidad actual.
- El hecho de no estar corriendo detrás de un subsidio del estado o pidiéndoles algo, ya es una manifestación…
- Si, totalmente. Hacer las cosas a pulmón durante diez años, cuesta mucho mas.
- ¿Y eso no es ser “under”?
- El término “under” no lo comprendo. Sí lo de “alternativo”, ya que planteamos una alternativa a aquellos lugares que pertenecen o son solventados por el estado. El término under no lo entiendo, me suena a ser diferente a algo, y yo no soy diferente a nadie, trabajo como mecánico.

La Verónica canta y actúa el tango como ninguna

Verónica Caliva nació en Buenos Aires, alternó largos períodos en la capital rionegrina con viajes e itinerarios por Sudamérica y Europa. Actualmente decidió quedarse en Viedma, donde ya realizó en diversas oportunidades la presentación del unipersonal “Cabatanguet”.

Una de las presentaciones que Verónica Caliva hizo de Cabatanguet en la capital rionegrina ocurrió en la confitería Bar Plaza. A mediados del año pasado, viernes 15 de agosto y alrededor de las 21, la entrevista empezó con la actriz degustando de un lunch previo a la obra, un poco con prisa, otro poco con ganas de hablar, pero de buen humor y alternando la atención entre el plato de sándwich y las respuestas al entrevistador.
Histriónica, además de su pintoresco modo de expresarse, Verónica habla a cierta velocidad y con muchas cosas para decir a la vez, linda confusión a la hora de emprender el armado de esta entrevista en esta página. Habla de lugares y de gente como en una improvisación de monólogo, tirante, desprejuiciada, triste, alegre, actriz.

- ¿De qué trata Cabatanguet?

- Es un espectáculo en formato cabaret, tango y humor. Son tres personajes: la presentadora del cabaret, el show, y un personaje que entra al lugar. Es un unipersonal, hago yo el desdoblamiento de tres personajes, y la idea es invitar al público a pasar una noche de cabaret, pero en el sentido de cabaret como espacio asociado al tango, ya que en sus inicios el tango era de cabaret porque no era aceptado socialmente. También invito al público a jugar, a que estén adentro esa noche, que sean clientes del cabaret que asisten para ver el show.

- ¿Las composiciones de la obra son tuyas?

- Los textos los escribí yo, el trabajo de dirección y el armado de todo lo hizo Gustavo Azar el año pasado. Como yo estoy viajando y los músicos son de Roca, uso grabaciones de ellos para los shows y que consisten en guitarra, piano y bandoneón.

- Cómo te definís: ¿actriz, cantante?

- Actriz, soy profesora de teatro, soy clown y canto porque me gusta. Interpreto más que canto.

AD: Como hacías para presentar el show en países donde no conocen el lunfardo criollo?

- En algunos lugares trabajé más la gestualidad, la intencionalidad, la participación del público, en algunos casos se reían mas de las cuestiones físicas, visuales, el lenguaje corporal. El que no conocía el lunfardo se agarraba a eso. Aunque siempre en cada público, porque somos plaga en todos lados. En definitiva, fuera del país, donde no saben qué es el ‘lunfardo’, buscaban mas el mensaje desde lo corporal, la intencionalidad y lo teatral puro.
En la presentación, Verónica utiliza textos en lunfardo y con una voz envolvente y casi masculina se le anima a cantarse unos tangos clásicos, y otras obras más contemporáneas como alguna canción de Juana Molina. La primera parte es humor, y la segunda parte toca un poco más lo poético, según ella, contiene personajes “más sensibles, con otra mirada del hombre en el tango, y a la vez de la mujer”.